Mis chiquitas

A partir de hoy, y todos los domingos, volcaremos historias, impresiones y pensamientos de argentinos que un día llegaron a Canadá para quedarse

Hoy 19 de mayo de 2014 hace un mes que llegué a Canadá.

Quería tomar cierta perspectiva antes de escribir con mis primeras impresiones. Igualmente, parece que el día que llegué me dejó una impresión que va a perdurar. A diferencia del resto de mis viajes a este país, esta vez entré por Calgary. No sé si fue diferente por ese motivo, o porque esta vez venía como residente permanente, en lugar de hacer turismo, pero a pesar del largo viaje me sentía seguro, sin apuros. Recuerdo respirar un aire fresco, y también un funcionario de migraciones, que a diferencia de otros tantos insufribles que por regla me ha tocado padecer, me dijo bienvenido y buena suerte. Era un zurdo -que pude notar escribía como derecho- que me miró a los ojos y me pareció que sentía lo que decía. Empezaba con el pié derecho…

A pesar de los cuatro viajes previos, el skype y las ventajas de la globalización, pasar de ser turista en mi familia a ser residente, lleva un proceso de aceptación por parte de todos los miembros, pero por sobretodo de las chicas, que incluye alegría por la novedad, cuestionamiento a la autoridad, inseguridad, amenaza, contención y finalmente aceptación del lugar de cada uno. Creo que hoy todos estamos mejor, las chicas se sienten contenidas y nosotros complementados. Después de periodos de inestabilidad y cimbronazos, una familia al fin.

Sofía es una adolecente, es hermosa e inteligente, y compartimos buenos momentos mirando series o saliendo un rato en el auto a dar vueltas, escuchar música y maravillarnos con el aire y el paisaje.

Isa, sigue siendo mi bebe, es muy cariñosa conmigo, y me encanta cuando me hace caras o me jode. Ella siempre, a diferencia de Sofi, me habla en inglés. Y me encanta cuando me dice Seriously???...Whaattevvver. O cuando la mando a hacer algo y me dice…Finee!

Ellie parece esperanzada esta vez, y yo también. No tenemos secretos. Nos divertimos. Y la familia de ella también nos visita y pasamos buenos momentos, comiendo y tomando, y jugando juegos de mesa. El hermano de ella, Eric siempre trae uno nuevo y se cree imbatible. Pero le hemos demostrado en varias ocasiones que lo podemos hacer cagar. De hecho, hay juegos con mucha estrategia y me estoy haciendo adicto.

En cuanto a mi actividad, debo reconocer que los 44 se sintieron. Anduve con jet lag, resfriado, mareado, tuve un par de infecciones en los ojos, con tos, dolores de cabeza, etc. Igualmente eso no me impidió caminar 5 km diarios, ni acercarme un rato, casi a diario al río.

Supongo que es el precio del stress previo. A pesar de mi falta de tiempo, creo que primó el inconciente, y no fui a hacerme chequeos antes de venir, quizás porque no quería que nada ni nadie me detuviera. No me arrepiento. Conozco gente que vive feliz justamente porque tiene pendiendo una espada de Damocles, y creo que lo que me hacía falta es justamente medicina familiar.

Para mi sorpresa y la de los demás, me he adaptado a las reglas como si las conociera de siempre. Descollé en el examen oral para obtener la licencia de conducir, como también en un dos exámenes de inglés para entrar tanto en un curso de comercio exterior de 8 meses, como para acceder a un programa laboral para inmigrantes calificados. En este mes también saqué el Social Security Number y la tarjeta de salud. Digamos que hice bien los deberes. Supongo que porque estoy convencido de que aquí el mejor atajo es seguir las reglas.

Ellie, termina a fin de mayo el curso de 8 meses de Secretaria legal y en junio y julio hace unas prácticas no rentadas en un gran estudio de abogados en Vancouver. Eso ya es un mérito, pero esperamos (con posibilidades) que siga allí trabajando full time en Agosto.

Yo pensaba empezar ya el curso de comercio exterior para “hacer negocios de importación y exportación” pensando en los conocidos que tengo en Argentina, Brasil, Perú, y Chile, pensando en aprender el lenguaje específico, contactos y modus operandi. Pero eso deberá esperar. Siendo más realista y graficándome en que al principio deberé trabajar para otros, prefiero llenar formularios para presentar demandas que de aduanas. Ello no significa que habiendo vivido un año aquí no piense en poner una trader o hacer negocios por cuenta propia. Pero hoy no tengo ni el conocimiento, ni el capital, y si apuro por generar. Además el curso era en Vancouver (40 min.) y nos traía un problema logístico.

En consecuencia, he decidido estudiar cuando Ellie ya tenga un trabajo, pero en Coquitlam, de noche, y el curso de paralegal para poder usar mis habilidades.

Mientras tanto, a partir de esta semana buscaré cualquier trabajo full time. También trataré de ir a la mañana temprano por si hay algún turno disponible (3 o 4 por día) para hacer el road test (examen práctico) para conseguir mi licencia clase 5 de conducir ya que me habilita para ser candidato para más trabajos. Hoy my skills (mis habilidades) son saber español (que mucho no se necesita), y manejar.

¿Cómo me siento? Me siento bien y feliz. (Podría cambiar si no consiguiera trabajo en el próximo mes) No me deprime estar en desventaja con un joven que acaba de terminar el secundario porque siempre pienso en la alternativa. Me comparo conmigo mismo. Allá no estaba feliz sabiendo que si me pasaba algo mi familia quedaría en el desamparo ya que vivíamos al día. Trabajaba en exceso y no sólo no tenía ahorros sino que debía endeudarme para el estilo de vida, al que aquí podemos acceder trabajando menos y viviendo con menos stress.

No extraño que me digan doctor, de hecho estuve medio aislado los últimos 6 meses, y sí lamento no haberme hecho un poco más de tiempo para tomarme algunos cafecitos más con gente que quiero. Que mencione algunos sólo implica eso, me hubiera gustado compartir unos minutos más con ellos, porque ya los extrañaba cuando estaba allá, pero no implica que no me gustara pasar más tiempo con el resto de uds.: Me hubiera gustado un trago/café más con Carly, con el Chango, con Leandro, mis primos Merengo y Agustín, con Diego y María, con Diego solo, con Diego, Gustavo, y Fede, con Mario; con Matías y con mis primos de Mendoza. Las otras deudas, de metálico, las cancelables, espero cancelarlas.

Hoy estamos todos juntos y bien, tenemos un auto que anda, y vivimos en una linda casa. No soy bueno para describir paisajes, pero aquí abunda la naturaleza, pinos ríos, mar y montaña. Hay cierto orden en todos los aspectos. Espero la próxima vez contarles que tengo un trabajo y que somos solventes. (por ahora bencina). Y también algún día decirles que abría una puerta para que todos se puedan subir a este tren. Les mando un

abrazo muy grande, y avísenme cuándo tengo que ir al aeropuerto a buscarlos.



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